Las relaciones de pareja, al igual que otras relaciones, pasan por diferentes ciclos que pueden resumirse en la siguiente sigla:
EVARDUR
E: Enamoramiento: es la primera etapa de una relación, donde todo es maravilloso. Es una etapa de ilusión, donde se proyectan en el otro, los aspectos positivos de uno mismo.
V: Valoración: es la siguiente etapa e implica la valoración de los aspectos positivos del otro.
A: Acostumbramiento: en esta etapa, se produce un acostumbramiento a los aspectos positivos. Desaparece la ilusión. Se ve al otro como realmente es, y esto da paso a la siguiente etapa.
R: Rechazo: en esta etapa, empezamos a ver en el otro sus defectos o sus aspectos negativos, que al igual que en la etapa del enamoramiento, son nuestros propios aspectos negativos proyectados en el otro, lo cual genera rechazo.
D: Desilusión: aquí se cae en la desilusión al pensar que el otro no es como tan maravilloso como parecía al principio.
U: Umbral: es cuando se llega al umbral de la relación, a un punto en el cual se piensa en la separación.
R: Reorientación: en la última etapa pueden darse dos situaciones. Por un lado, se puede decidir terminar con la relación o, por otra parte, se puede aceptar que el otro tiene aspectos positivos y aspectos negativos y continuar con la relación. En este último caso se reinicia el ciclo desde el enamoramiento, con la misma persona. En el caso de ruptura, se reinicia el ciclo pero con una persona diferente.
Esto es muy bueno tenerlo en cuenta cuando se empieza una relación, y sobre todo para aquellas personas que piensan que la relación de pareja es de un eterno enamoramiento. En realidad, éste es solo una etapa de la relación, y la realidad demuestra que las parejas que tienen una relación duradera, en general se aceptan y se aman con todos sus aspectos, los buenos y los no tan buenos también.