Confianza Social - Solucion #1 a la Timidez y Ansiedad Social

miércoles, 26 de enero de 2011

La palabra PERO en las oraciones.

¿Alguna vez te has preguntado que función cumple en nuestras oraciones cotidianas?

La palabra "pero", la usamos muchísimo, a veces sin reparar en cuál es su significado. Cuando decimos por ejemplo: "Te entiendo, pero me parece que no es así." El "pero" en las oraciones anula lo que decimos en la primera parte de la oración. En el ejemplo que dimos, la persona en realidad no entiende a la otra, sino que predomina su propia opinión.

Para una comunicación efectiva, es importante tener en cuenta esto, ya que sabiendo su significado, podemos cambiar la frase diciendo así: "Te entiendo, y además en mi opinión no es así." El "pero" anula, el "además" complementa o integra la opinión del otro.

En una oración donde tu pareja te dice: "Te amo, pero no estoy seguro de querer estar contigo"... umm cuidado! Puede ser que en realidad no te quiera y no se anima a decirlo de frente. Predomina la duda sobre el sentimiento que se está expresando.

PRESENTACIÓN

CRECER SIN PADRE es un espacio virtual dedicado a las hijas que por alguna razón (muerte, divorcio o abandono) han perdido a sus padres a una edad temprana.
 
Este grupo de mujeres viene en notorio crecimiento debido al aumento de las mujeres que deciden ser madres solas, al abandono del hogar por parte del esposo o a la muerte del mismo.
 
¿Qué es exactamente lo que los padres le aportan a sus hijas? ¿Cómo es la relación padre-hija? Un buen padre suele ser un puntal que permite a las hijas lograr confianza en su feminidad y en su capacidad para lograr cosas, lo cual le permite reconocer y desarrollar los diversos aspectos de sí misma.
 
Es probable que las hijas sin padre experimenten confusión emocional y dificultades en las relaciones amorosas, dos características que parecen acompañar a la pérdida del padre.
 
En este espacio no solo se van a tratar las consecuencias de la pérdida del padre, sino también otros temas que pueden o no estar relacionados con dicha pérdida, y que son el miedo al compromiso, amar demasiado, la comunicación, la autoestima, los valores, entre otros.

lunes, 24 de enero de 2011

LA COMUNICACION INTIMA

Me gustaría empezar a hablar sobre este tema con una frase:

"La comunicación es a una relación, como la respiración es a la vida"

Sin respiración, no es posible la vida, y sin comunicación no es posible una relación. La vida se extingue... la relación se acaba...

Cuando hablamos de comunicación, no nos referimos a hablar de temas superficiales o cotidianos, sino a comunicarnos desde la intimidad, desde los sentimientos, desde lo que nos pasa, desde lo que queremos, desde lo que nos asusta, etc.

Hablar, se puede hablar mucho, se puede hablar del tiempo, de los vecinos, de las noticias, pero comunicarse, es otra cosa.

Comunicarse vuelve, al que lo hace, vulnerable, porque al comunicar sus sentimientos, queda expuesto tal como es, deja sus sentimientos a flor de piel, por eso, comunicarse puede asustar, pero quien lo hace también se libera, queda satisfecho por haber expresado lo que sentía.

El principal motivo de la falta de comunicación, tiene que ver con el miedo. Miedo a que pensará el otro, miedo a parecer débiles, miedo a la crítica o la burla, e incluso, miedo al abandono. Por eso la falta de comunicación es una de las características de las personas con miedo al compromiso.

Cuantas veces nos invitan a ir a algún lado y en vez de decir simplemente "gracias pero no tengo ganas de ir" inventamos excusas absurdas como "no tengo con quien dejar a los niños" o "viene una amiga y no puedo ir".

El miedo a comunicar lo que sentimos también se puede ver en las mujeres que no dicen lo que les pasa a su pareja, por miedo a ser abandonadas. Dicen que todo está bien y por dentro están devastadas. En esos casos, el miedo lleva las riendas.

Hablar desde el corazón o desde la intimidad, no solo es liberador, sino que también ahorra mucho tiempo y esfuerzo. Si una mujer que no está satisfecha con la forma en la cual está planteada su relación, lo dijera desde el principio, ahorraría tiempo, esfuerzo, y dolores de cabeza. Y no solo eso, se daría la oportunidad de empezar una relación como la que desea, con otra persona

El problema es que esto es muy fácil de decir, pero no es fácil de hacer, sobre todo si hay miedo al compromiso o al abandono sin resolver.

La receta infalible para poder comunicarse íntimamente es la AUTOESTIMA. Con autoestima no tenemos miedo a mostrarnos como somos, ni a decir lo que sentimos ni lo que pensamos. Nos mostramos tal cual somos sin importar la opinión de los demás.

Con autoestima nos hacemos tolerantes a la desaprobación de los demás. Sabemos que no podemos agradarle a todo el mundo y aceptamos con tranquilidad el hecho de que podemos no ser agradables a los ojos de los demás.

sábado, 22 de enero de 2011

AMAR DEMASIADO

En lo que refiere al tema de amar demasiado, no podemos dejar de mencionar a Robin Norwood quien es la pionera en este tema y sobre cuyo libro "Mujeres que aman demasiado" se basará la mayor parte de lo que se exponga aquí.

Si bien se puede discrepar con el nombre de este problema, en el sentido de que se trata más de una obsesión o una adicción, que de amor,  crecer sin padre también puede desencadenar en un caso de amar demasiado debido entre otras cosas al intercambio de roles que suele acompañar a una familia "desarmada".

Al igual que en el miedo al compromiso, detrás de esta "obsesión" se encuentra el miedo. Las mujeres que aman de forma obsesiva en general están aterradas, tienen miedo a estar solas, a no ser dignas, a no inspirar cariño, a ser ignoradas, abandonadas o destruidas.

Amar demasiado, a diferencia del miedo al compromiso, tiende a ser un patrimonio femenino, aunque también podemos encontrar hombres que aman demasiado. Pero ellos en general tienden a obsesionarse con el trabajo, los deportes y los hobbies y no tanto con las relaciones.

Mujeres que aman demasiado, de Robin Norwood, hace que las mujeres miremos hacia nuestro interior. El enfoque implica realizar una revisión de nuestros modelos de comportamiento y de nuestras experiencias infantiles con las principales figuras de nuestra infancia, vale decir, padre, madre, tíos, cuidadores, etc.

Según ella, reproducimos en nuestras relaciones, los mismos comportamientos que aprendimos en nuestros primeros años de vida y por lo tanto, si las experiencias de esos años no fueron muy gratificantes, o asumimos roles que no nos correspondían, dichos roles y experiencias, se reproducen en las relaciones que establecemos en la vida adulta.

Dice Norwood, "Nadie se convierte en una mujer así, una mujer que ama demasiado, por casualidad. Crecer como miembro femenino de esta sociedad y en una familia así puede generar algunos patrones previsibles." E introduce el concepto de hogar disfuncional y enumera sus principales rasgos como los siguientes:
  • Abuso de alcohol y/o drogas (prescriptas o ilegales).
  • Conducta compulsiva como, por ejemplo, una forma compulsiva de comer, de trabajar, limpiar, jugar, gastar, hacer dieta, hacer gimnasia, etc.; estas prácticas son conductas adictivas, además de procesos de enfermedad progresivos. Entre muchos de sus efectos, alteran y evitan el contacto sincero y la intimidad de la familia.
  • Maltrato del cónyuge y/o de los hijos.
  • Conducta sexual inapropiada por parte de uno de los progenitores para con un hijo o hija, desde seducción hasta incesto.
  • Discusiones y tensiones constantes.
  • Lapsos prolongados en que los padres se rehúsan a hablarse.
  • Padres que tienen actitudes o principios opuestos o que exhiben conductas contradictorias que compiten por la lealtad de los hijos.
  • Padres que compiten entre sí o con sus hijos.
  • Uno de los progenitores no puede relacionarse con los demás miembros de la familia y por eso les evita activamente, al tiempo que les culpa por esa efusividad.
  • Rigidez extrema con respecto al dinero, la religión, el trabajo, el uso del tiempo, las demostraciones de afecto, el sexo, la televisión, el trabajo de la casa, los deportes, la política, etc. Una obsesión por alguno de estos temas puede impedir el contacto y la intimidad, porque el énfasis no se coloca en relacionarse sino en acatar las reglas.
Si uno de los progenitores tiene alguno de estos tipos de conducta u obsesiones, resulta perjudicial para el hijo. Si ambos padres están atrapados en alguna de esas prácticas nocivas, los resultados pueden ser más perjudiciales aún.

Norwood, sin embargo, plantea una serie de pasos para lograr la recuperación y así pasar de ser una mujer que ama a alguien con tal intensidad que resulta doloroso, a ser una mujer que se ama a sí misma lo suficiente como para detener el dolor. 

Al igual que para superar otros problemas, la AUTOESTIMA cumple un papel relevante en la recuperación. A su vez, hay varias fases en la recuperación de amar demasiado:
  • La primera fase comienza cuando comprendemos lo que estamos haciendo y deseamos poder detenernos.
  • La segunda fase se caracteriza por la voluntad de obtener ayuda para nosotras mismas, seguida de nuestro intento inicial de buscar ayuda.
  • Luego viene la fase de recuperación que requiere un compromiso con la curación y la voluntad de continuar con el programa de recuperación. Durante esta fase, empieza a cambiar la forma de actuar, de pensar y de sentir. Lo que una vez nos pareció normal, comienza a parecernos incómodo e insalubre.
  • La siguiente fase se caracteriza por tomar decisiones que ya no siguen los viejos patrones, sino que realzan la vida y promueven el bienestar.
"En todas las etapas de la recuperación, el amor propio crece lenta pero firmemente. Primero dejamos de odiarnos; luego nos volvemos más tolerantes con nosotras mismas. Más tarde hay una incipiente apreciación de nuestras cualidades, y luego se desarrolla la autoaceptación. Finalmente, evoluciona el genuino amor propio."



viernes, 21 de enero de 2011

EL MIEDO AL COMPROMISO

"Contigo pero sin ti" suele ser la frase con la cual se identifica este miedo que suele afectar tanto a hombres como a mujeres. Si bien tradicionalmente este miedo, parece ser patrimonio exclusivo de los hombres, también podemos encontrar mujeres con este problema.

Quienes padecen este miedo en general son capaces de conquistar a una pareja pero se desvinculan luego de un tiempo. Detrás de este problema, lo que en general se encuentra en realidad, es un miedo a la entrega, al amor y sus consecuencias. La forma de comportarse sobre todo al principio de la relación, puede variar entre el desinterés, ya que no llaman a su pareja, no le exigen casi nada y solo se limitan a esperar, hasta huir de cualquier acercamiento familiar que se le proponga.

La entrega hacia su pareja es muy problemática y puede que nunca se concrete, puede que la pareja dure mucho tiempo pero nunca se da una entrega verdadera. En realidad el miedo al compromiso encierra un temor al abandono, a las pérdidas, a resultar heridos, y en general se percibe como un miedo a la invasión.

Todos estos miedos hacen que la persona que los sufre, prefiera la soledad para evitar el sufrimiento que ellos le provocan. La sensación de agobio que generan los mismos, produce mucha ansiedad, lo cual hace que cuando se deja la relación, se experimente un gran alivio.

En general las relaciones se perciben como negativas, ya que alteran la vida de la persona y el dejarlas produce bienestar. En algunos casos, el efecto que se produce durante la relación, es el de tener una radio en la mente, un ruido permanente producido por un diálogo interno negativo con respecto a la relación, el cual se apaga únicamente volviendo a la soledad.

Los cambios que produce una relación, activan los miedos y el no saber como reconocerlos ni manejarlos genera la huida de la relación. Este punto es muy importante para poder superar este miedo, ya que al reconocer los síntomas, los mismos dejan de ser desconocidos y al ser reconocidos, se pueden manejar de forma que no incapacite a la persona para llevar adelante una relación.

Las principales características del miedo al compromiso son las siguientes:
  • Se tiende a desvalorizar a la pareja en sus aspectos personales, ésta no constituye sus ideales. Quien tiene todas las fallas es la pareja y no uno mismo. Esto hace que se sienta que ninguna persona es la adecuada y se fantasea con que otra persona sí cumpliría sus expectativas.
  • Como consecuencia del punto anterior, el nivel de exigencia sobre como debe ser la pareja es muy alto.
  • Se suelen tener pensamientos negativos con respecto al futuro y a como sería la vida juntos y los problemas a enfrentar, sin fundamento crítico.
  • En general se presenta dificultad para expresar los sentimientos y emociones lo cual genera problemas de comunicación. En general no existe la comunicación íntima y franca, debido al miedo a la crítica.
  • Quienes padecen este miedo tienden a querer controlar todo, lo cual se facilita en soledad pero es muy difícil viviendo en pareja. Por eso se evitan relaciones con personas que no se puedan controlar.
  • En general son personas que para el exterior son ideales ya que por lo general son atractivas y enigmáticas.
  • Son personas a las cuales les resulta difícil buscar ayuda mediante una psicoterapia.
  • Son personas exigentes para compartir, dar y recibir. Esperan recibir más de lo que dan.
  • Piensan que es el otro el que debe cambiar y no ellos mismos. Cuando una relación entra en dificultades, consideran que no son ellos los que tienen que cambiar.
  • En general se dan parejas en donde uno siente temor al abandono y el otro a la invasión, lo cual provoca que ambos generen conductas que se retroalimentan a si mismas.
  • Se tiene la sensación de que se pierde más estando en pareja de lo que se gana.
Este miedo puede estar presente en parejas que tienen un vínculo a distancia, en personas que estando casadas no comparten casi ninguna actividad con su pareja, en personas que en reiteradas ocasiones se vinculan con personas que de antemano no cumplen con sus expectativas o en aquellas personas que estando en un vínculo estable cometen algún acto que provoca la ruptura o separación, como por ejemplo, una infidelidad.

Vistos por un tercero, parecen personas que quieren dañar al otro, pero en realidad es una problemática interna basada en las dificultades de apego con las figuras parentales. Muchas veces hubo también una educación muy rígida, con principios morales estrictos o padres sobreprotectores.

Si bien el miedo al abandono puede originarse por otros motivos que no necesariamente tienen que ver con la pérdida del padre, la misma en general refuerza o potencia dicho miedo. Sobre todo en edades tempranas, en las cuales la niña no logra discernir con claridad que es lo que está sucediendo, la pérdida del padre se vive como un abandono a pesar de que la misma se produzca por fallecimiento. Es por eso que este miedo también puede encontrarse presente en hijas que crecieron sin su padre.
¿CUALES SON LAS FORMAS DE SUPERAR O MEJORAR EL MIEDO AL COMPROMISO?

En realidad, nunca se supera completamente pero se puede aprender a vivir con él , reconociendo los síntomas y enfrentándolos. Dejando de mirar al otro y enfocándose en uno mismo, lo cual implica reconocer y asumir que el problema es uno y no el otro. 

Lo ideal es recurrir a un terapeuta que pueda ayudar a reconocer los síntomas pero en términos generales, algunas soluciones pasar por lo siguiente:
  • Afrontar el problema entendiendo que romper la relación no es la solución al problema. El miedo al compromiso volverá a estar presente en las siguientes relaciones hasta tanto no se aborde un tratamiento adecuado para poder afrontarlo.
  • Expresar nuestras inseguridades y reconocer nuestras vulnerabilidades, no confundiendo vulnerabilidad con debilidad.
  • Fomentar la autocrítica. Conocernos a nosotros mismos, reconocer nuestras reacciones ante distintos estímulos externos.
  • Mejorar la autoestima logrando una valoración de si mismos para poder entrar en acción y tomar las decisiones adecuadas.
  • Regularizar la necesidad de controlarlo todo, de tener certeza de todo lo que va a suceder.
  • Tratar de desarticular los pensamientos contradictorios para evitar los conflictos internos.
  • Permitirse ser ellos mismos, pensar y sentir con mayor libertad.
  • Desmontar prejuicios acerca del otro, de la sexualidad, entre otros.
  • Buscar en la historia familiar la forma de apego que hubo con los padres. Para eso podemos citar la teoría de J. Bowlby, H. Harlow y M. Ainsworth.
  • Aprender a vivir con esta forma de vínculo y aprender nuevas estrategias para superar los miedos.
  • Responsabilizarse de las decisiones.

miércoles, 5 de enero de 2011

La pérdida del padre, es un hecho que moldea la vida de las niñas y sus futuras relaciones. Cuando el padre no está presente, permanece como "perfecto y que todo lo da", un rol muy difícil de llevar a cabo por otro hombre. Las hijas que crecen con padres, tienen la ventaja de vislumbrar lo que es un ser humano común en los hombres. Esto sin embargo, es muy dificultoso para las hijas sin padre ya que ellas idealizan a los mismos y mantienen una imagen de "papá" extraída de la fantasía.

Para analizar este tema, haremos referencia al estudio realizado por Elyce Wakerman en su libro "Father loss". El mismo realiza una exhaustiva investigación sobre mujeres que habían perdido a sus padres a consecuencia de muerte, divorcio o abandono.

¿Qué es exactamente lo que los padres le aportan a sus hijas? ¿Cómo es la relación padre-hija? Un buen padre suele ser un puntal que permite a las hijas lograr confianza en su feminidad y en su capacidad para lograr cosas, lo cual le permite reconocer y desarrollar los diversos aspectos de sí misma.

Los psicoanalistas, desde la época de Freud hasta ahora, reconfirman la importancia del padre en la formación de la identidad femenina de sus hijas. El padre es reconocido como el principal factor en la confianza de su hija en su feminidad. Estudios recientes destacan que una de las principales contribuciones del padre para el desarrollo de sus hijos, está en el área de la identidad de género. Él, más que la madre, es capaz de diferenciar sus expectativas, actitudes, actividades, y reacciones hacia sus hijos de acuerdo a su sexo.

Esto lleva a concluir que una parte fundamental del desarrollo del rol sexual de la niña, parece ser la positiva aceptación de si misma como una mujer. La particular relación del padre con su hija, parece muy importante para el desarrollo de su rol sexual. El padre puede fomentar la creación de una identidad femenina positiva, al tratarla como una mujer y animarla a comportarse de formas que son consideradas femeninas en la sociedad.

La imagen de la mujer como suave, atractiva, receptiva, cálida y comprensiva - una imagen creada y sostenida por la sociedad patriarcal - resulta ser engendrada, acertadamente, por nuestros padres.

Mientras que la madre puede servir como modelo de feminidad, es el padre el que motiva a la hija a imitar la conducta femenina. Para complacer a papá - el primer hombre que aman - las niñas tienen un interés profundo en el logro y perfeccionamiento de la noción socialmente aprobada de lo que significa ser mujer.

El aliento del padre por sus cualidades femeninas, naturalmente, influirá en la confianza de su hija con los hombres. La insinuante afirmación de su atractivo por parte del padre,  le dará un sentido seguro de su progreso en el ámbito femenino.

La psicóloga Marjorie Leonard escribe: "no es suficiente que la madre esté disponible para su identificación. La niña también necesita la seguridad de que su padre la ve como una mujer incipiente, para que pueda tener confianza en que los hombres de su misma edad también la aceptarán."

El pensamiento psicoanalítico parece unido en su creencia de que el padre es la fuerza fundamental en la conformación de la identidad de su hija como una persona del sexo femenino. Como el primer hombre a ser atraído por sus encantos, su presencia es determinante en su posterior confianza como mujer.

Por ello es crucial para el desarrollo de la niña, el hecho de si su padre está a su disposición  o no como objeto de amor, y si es capaz o no de ofrecerle su cariño. 

Desde sus primeros días, las actitudes y expectativas de las niñas están siendo moldeadas por su padre. Debido a la fuerte posición que ocupa en su corazón, él más que nadie, está sutilmente transmitiendo el conocimiento de quién ella será.

PRESENTACION

CRECER SIN PADRE es un espacio virtual dedicado a las hijas que por alguna razón (muerte, divorcio o abandono) han perdido a sus padres a una edad temprana.
Este grupo de mujeres viene en notorio crecimiento debido al aumento de las mujeres que deciden ser madres solas, al abandono del hogar por parte del esposo o a la muerte del mismo.
¿Qué es exactamente lo que los padres le aportan a sus hijas? ¿Cómo es la relación padre-hija? Un buen padre suele ser un puntal que permite a las hijas lograr confianza en su feminidad y en su capacidad para lograr cosas, lo cual le permite reconocer y desarrollar los diversos aspectos de sí misma.
Es probable que las hijas sin padre experimenten confusión emocional y dificultades en las relaciones amorosas, dos características que parecen acompañar a la pérdida del padre.
En este espacio no solo se van a tratar las consecuencias de la pérdida del padre, sino también otros temas que pueden o no estar relacionados con dicha pérdida, y que son el miedo al compromiso, amar demasiado, la comunicación, la autoestima, los valores, entre otros.